INTRODUCCIÓN
Mucho se habla de que todos estamos inmersos en el mundo de la TIC de
una manera u otra, y la escuela, si bien trata de incorporar a las tecnologías
de información y comunicación pero, ¿Se usa de manera efectiva? ¿Los docentes las emplean adecuadamente? ¿Se permite el
acceso a los niños?
Por ésta razón, el presente ensayo
tiene como objetivo analizar el impacto de las TIC en la educación escolar según
la postura de los distintos autores, es decir, como influyen éstas tecnologías
(ordenadores, dispositivos y redes digitales) en la educación, y los efectos que producen sobre los procesos de
enseñanza y aprendizaje.
DESARROLLO
Para comenzar, Edith Litwin (2005) introduce el término de la
tecnología educativa, la cual se trata de un campo de conocimiento que nace en
la década de 1950 para tratar de brindar una respuesta a la incorporación de
medios y materiales para la enseñanza. Además, destaca tres usos diferentes de
las tecnologías. En primer lugar, se ubica un sistema clásico de información en
el que el vínculo docente-alumno se entiende a partir de considerar al primero
como proveedor de información, y al segundo, como un usuario consumidor. Por lo
que, las tecnologías se utilizan para aseguran la provisión de información actualizada. Un segundo uso, es entender a las tecnologías
como herramientas que ponen a
disposición de los estudiantes contenidos que resultan inasequibles en la clase
del docente, en sus exposiciones, representaciones o modos explicativos. En éste
caso, la tecnología amplía el alcance
de la clase. En tercer lugar, podemos concebir a los estudiantes como sujetos
del conocimiento que necesitan tener a su disposición ofertas variadas para favorecer el proceso de formación que mejor
se adapte a sus necesidades, sus intereses o sus posibilidades.
Por otra parte, Litwin (2005) considera a las tecnologías como herramientas ya que constituyen un entorno o área de
expansión en el que pasan de ser soporte a dar cuenta de sus posibilidades de
utilización. Asimismo, Coll (2009) también coincide en que las TIC se presentan
como instrumentos para promover el
aprendizaje tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo, ya que
al suprimir las barreras espaciales y temporales muchas personas pueden tener
acceso a la formación y a la educación por medio de tecnologías multimedia e
internet, haciendo posible el aprendizaje en cualquier escenario ya sea en la
escuela, en el hogar, en el trabajo, entre otros. Pero esto, está lejos de
presentar un panorama homogéneo, porque el acceso y el uso de estas tecnologías
son todavía limitados e inexistentes.
Del
mismo modo, Buckingham (2008), exhibe que hay un riesgo de que el uso de
tecnología en las escuelas no haga más que reforzar las desigualdades actuales
o “ brechas digitales”, ya que es probable que los estudiantes que tienen
acceso a las computadoras en su hogar sean los que más se beneficien, porque ya
contarán con muchas de las habilidades y los conocimientos.
Al incorporar las TIC a los procesos formales y escolares de enseñanza
y aprendizaje pueden modificar las prácticas educativas, aspirando a facilitar
la tarea docente. Acorde a esto, Coll (2009) argumenta que la mejora de la
educación debe entenderse como un potencial que puede o no hacerse realidad, de
acuerdo a como se utilizan las tecnologías.
Ya que se puede observar que los docentes con una visión más trasmisiva
o tradicional tienden a utilizarlas para reforzar sus estrategias de
presentación y transmisión de los contenidos, haciendo un limitado uso y poco
innovador, mientras los que tienen una visión más activa o “constructivista”
apuntan a utilizarlas para promover las actividades de exploración o indagación de los alumnos, el trabajo
autónomo o colaborativo.
Las computadoras se conciben como un medio para brindar
"información", un recurso aparentemente neutro que habrá de
garantizar de manera automática el aprendizaje. Por su parte, Buckingham (2008)
sostiene que las computadoras hacen posible un enfoque individualizado, en el
que el alumno puede desempeñar un rol activo. Además, libera a los docentes de
la tarea rutinaria de presentar material y permite centrarse en su interacción
con los alumnos. Por otro lado, ayudan a captar la atención de los niños con
estilos cognitivos y hacen posible la personificación masiva del aprendizaje:
permite crear planificaciones personalizadas que se adaptan a los diversos
modos de pensar y aprender de cada estudiante.
CONCLUSIÓN
Para concluir, las computadoras son consideradas, según los autores
trabajados, como herramientas o instrumentos para pensar, sentir y actuar solos
y con otros, en otras palabras, son instrumentos psicológicos cuando su
potencialidad semiótica es utilizada para planificar y regular la actividad y
los procesos psicológicos propios y ajenos. Su función es la mediación de las
relaciones entre los tres elementos del triángulo interactivo –alumno,
profesor, contenidos- y contribuyendo a conformar el contexto de actividad en
el que tiene lugar éstas relaciones.
Las tecnologías tienen, como una de sus características, un ritmo de cambio
acelerado, para lo cual es importante que los docentes se adapten a esos
cambios y comprendan que las TIC abren nuevos horizontes y posibilidades a los
procesos de enseñanza y aprendizaje si son implementadas en las aulas de manera
apropiada o efectiva, lo cual va a disminuir o disolver la brecha digital entre
estudiantes, permitiendo a todos el igual acceso.
Bibliografía:
-Buckingham, David.(2008). Más
allá de la tecnología aprendizaje infantil en la era de la cultura
digital. Buenos Aires. Manantial.
-Coll, César.(2009) Los desafíos de las TIC para el cambio
educativo. Madrid. Fundación Santillana.
-Litwin,
Edith. (2005).Tecnologías educativas en tiempos de internet. Buenos
aires. Amorrortu Editores.